Murmullo agónico, Francisco Miguel M. G.

13.03.2020

"Preparo las maletas con el mayor desasosiego que nunca pude imaginar. Ayer a la noche se respiraba un aire solitario y el sonido del murmullo lúgubre. Huele a miedo, frustración. El pasado miércoles empecé a preocuparme por el virus, antes me lo tomaba a risa, pensando que esto nunca llegaría a pasar, pero ha pasado. Tenemos que decidir: quedarnos aquí en el Colegio, 15 días, expuestos a una posible contaminación que podríamos llevar a casa en Semana Santa (periodo de mayor auge según las últimas estadísticas); o marchar, con el riesgo de poder contagiar a los nuestros en el pueblo: a mi madre, con problema cardiorrespiratorios, a mi abuela, de 90 años. Es una locura que aún no se puede creer. Por eso hago las maletas con incertidumbres: ¿Volveré y estaré a salvo? ¿Será peor el remedio que la enfermedad? No, a salvo no se está. Nunca estamos a salvo. Nunca he sentido esta inseguridad, ni tampoco esta sensación de que todo se escapa de las manos. ¿Contagiaré? ¿Podrán sobrevivir o seré yo mismo transmisor? ¿Cuándo y cómo será? ¿Cómo será el mundo transformado que traiga la enfermedad? Con todas estas dudas, marcho dejando este papel en mi escritorio hasta el día en que pueda volver aquí y releerlo. ¿Dónde? No lo sé. ¿Cuándo? Tampoco puedo contestar. Sólo espero que esta locura acabe y todo vuelva a ser normal, si es que es posible."

FRANCISCO MIGUEL M. G.

Comisariada por Nerea López Isidoro
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar