La culpabilidad, Elena Martín Suero
"Últimamente es algo que está muy de moda.
Si me contagio se lo puedo pegar a alguien que quiero, me siento culpable por no haber estado en ese momento cuando sé que me necesitaba, me siento culpable por no haber sabido aprovechar lo suficiente, por no haber disfrutado, bla bla bla.
Ahora, que sabemos lo que hay, que está a la orden del día, que tenemos ese lema de vida de saber valorar y aprovechar cada instante por lo que pueda pasar, o venir, por si volvemos a otro confinamiento, por si presentamos síntomas, por si tenemos algún contacto estrecho, por si, por si. Ahora, que tenemos esa mentalidad de mirar por el otro al que queremos, por respetarlo llevando mascarilla, por no reunirnos más de seis y, ahora de 4, por intentar estar fuera aunque pasemos frío, pero sin nunca dejar de hacer vida NORMAL, porque aunque nos creamos que no, es una situación que ocurre cada x años debido al calentamiento, debido a la historia de la vida o a múltiples de factores que se ocasionan, pero que ocurre, por tanto, NORMAL.
No creo que solucionemos nada quedándonos en casa todo el día, sin salir, lamentándonos y sin hacer aquello que hacíamos antes, sólo que ahora hay que hacer lo mismo, es decir, vida normal pero con más cuidado y siendo conscientes.
Hoy, 4 de enero, primer día de confinamiento y con prueba positivo, vuelvo a darme cuenta de ese sentimiento de culpabilidad que ronroneaba de vez en cuando y del que era consciente cada vez que salía un positivo. Porque parece que no, pero nos importa mucho más de lo que creemos la opinión de los demás aunque, más nos importa incluso, como es normal, la de alguien que queremos y no esperamos ese comentario o esa actitud hacia nosotros. Quizá sea aquí cuando debemos de ver quién está y quién no, quién de verdad nos aporta y quién de verdad estará en estos momentos. Como diríamos: 'para lo bueno y para lo malo'.
(...)
A día de hoy puedo sentir esa culpabilidad, pero más que eso es rabia. Rabia de saber que has hecho vida normal siendo consciente de la situación, rabia de saber que has tenido cuidado, rabia de saber que has tenido siempre los mismos contactos o te has movido en el mismo círculo, rabia de saber que por tu culpa hay casi 20 personas encerradas en casa, rabia y mucha culpa de saber si has actuado correctamente, rabia de no saber explicar la situación, de tener miedo y de sentir esto sabiendo que es lo NORMAL, lo que podía pasarle a cualquiera, pero esta vez, te ha tocado a ti.
No sé por qué, pero en estos momentos siempre recurro arriba. Será la paz o no sé qué. Podría justificarme en un ¿por qué yo? ¿Por qué a mi? ¿Por qué a la gente que toma las medidas? ¿Por qué?, pero creo que prefiero quedarme en un pedir y un gracias. En un pedir por la situación a nivel mundial, nacional, comarcal y local, porque cada día está más difícil, independientemente de las medidas que tomes e independientemente de lo consciente o no que seas - aunque eso ayuda, por supuesto. Pero quiero dar gracias porque a mi me ha tocado así, porque he tenido cuidado y no me tengo que comer la cabeza por haber estado con nadie que de verdad pueda padecerlo por ser de riesgo y yo estar sin mascarilla, por ser precavida, por saber actuar con responsabilidad y, siempre con los valores que he tenido y que me han guiado a actuar desde el corazón.
(...)
La responsabilidad depende de cada uno y, siendo conscientes de esta situación tan cotidiana y que puede darse en cualquier momento creo que cualquier persona debería de plantearse esto en algún momento, no por nada, sino para que no le pille desprevenido ni actúe con una actitud propia del nerviosismo y de la rabia sino como una situación normal que puede darse en cualquier momento del día, hasta aunque no lo creas, cuando vas a comprar pan."
ELENA MARTÍN SUERO