Los cimientos, Abril
"¿Has imaginado alguna vez que la vida se pudiera sacudir con tal brusquedad que solo quedaran los cimientos?
Ese día de marzo de 2020, cuando ingresaron a mi padre con pronóstico crítico, mientras mi madre esperaba que yo le dejase comida en la entrada de su casa porque apenas se podía mover por la fiebre, durante esos momentos en los que corría de vuelta a casa para comprobar que a mi hija de 3 años la temperatura no le bajaba de 40º...yo solo quería volver a ser pequeña.
Recuerdo pasar los días mirando las paredes, sin hablar con nadie, leyendo mucho. Me refugiaba en libros con historias donde nada malo podía suceder, colgada de un teléfono esperando noticias. Intentando esconderme. Completamente ida, confundida, enfadada con el universo por no nacer preparados para algo así. Descolocada, buscando respuestas y encontrando vacíos, dudas por parte de los profesionales que se suponía nos tenían que salvar la vida y ahora eran tan víctimas de lo desconocido como nosotros.
No recuerdo un solo día sin llorar. Las cifras de afectados y fallecidos subiendo cada hora en televisión. La policía y su megáfono pidiendo no salir de casa, varios agentes comprobando los tuppers de comida para dejarme salir a diario y cuidar a mi madre en la distancia. Llorar al otro lado de su puerta, suplicarle a mi padre con la mente que aguantase. Maldecir.
Porque, desde pequeños, estamos acostumbrados a tener una figura de referencia cuya misión es aportar seguridad cuando algo va mal; nuestros padres, pareja, amigos... Alguien que aporta luz, conocimientos en campos que a nosotros nos van enormes, esperanza. Pero ¿qué sucede cuando esa figura desaparece? ¿qué nos queda cuando todos tienen las mismas dudas y el mismo miedo que tú? Entonces sucede el horror. El puto horror que mi familia y otras miles han vivido con esta pandemia.
Hoy, un año después, seguimos todos en pie. Mis padres vacunados y yo con cien años más en la cabeza, en la piel y en el corazón. Viendo de lejos cómo poco a poco vuelve la normalidad, pero sin poder participar de ello. Temporal y voluntariamente aislada de los primeros planes sociales. Porque sobreviví a una inesperada distopía pero ahora tengo que recolocar mi estructura mental y eso no sale en los telediarios, eso mucha gente no lo ve. Pero existe. Y algo tan invisible es de las cosas más difíciles de superar de esta pandemia.
Gracias por acercarte a mis cimientos."
ABRIL